Higiene:
Baños o duchas diarias. Los penes no circuncidados
deberán limpiarse con mayor atención en la zona del
glande, echando hacia atrás completamente el prepucio,
para evitar acumulación de secreciones. Cualquier
secreción extraña debe ser consultada con el médico.
Autoexamen:
Consiste en examinarse los testículos
regularmente. El cáncer de testículos, el más común
entre hombres jóvenes, tiene un índice de recuperación
del 90% si se detecta a tiempo. El mejor momento para
examinar los testículos es después de una baño o una
ducha, ya que la piel del escroto está más suelta.
Enrolla cada testículo entre el pulgar y los dedos,
moviendo la piel con suavidad y palpando toda la
superficie en busca de cambios de textura, tacto, tamaño
y peso. Es posible que el epidídimo (una masa muy rizada
de tubos que almacenan el esperma al final del
testículo) se note más duro al tocarlo, pero no debe
confundirse con un tumor.
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