En el sector en el que nos dedicamos, es muy importante saber las diferencias y las propiedades de cada uno de los lubricantes, obviamente, ambos sirven para lubricar, pero los dos no lubrican del mismo modo.
- Los lubricantes de base agua actúan como humectantes, es decir, se mezclan como el agua y quedan como resbaladizos. Son los más idóneos para utilizar con vuestros juguetes (vibradores, bolas chinas, masajeadores, etc.) y además son totalmente compatibles con los preservativos, tanto de látex como de silicona. Sus mayores inconvenientes son que se diluyen y evaporan muy fácilmente, lo que hace que no sean los más aptos para mantener relaciones bajo el agua y que tengas que ir relubricando la zona frecuentemente. La ventaja de esto es que no manchan, no son viscosos ni pegajosos.
- Los lubricantes de silicona son los perfectos para las relaciones sexuales vaginales y anales, ya que lubrican más (crean como una fina película sobre la piel) y mejor que los de agua (son más duraderos) consiguiendo aumentar las sensaciones y efectivos incluso bajo del agua. Son totalmente compatibles con preservativos de látex. El único inconveniente es que no se pueden utilizar con juguetes de silicona, ya que los dañan (cuando entran en contacto el material del juguete se va como reblandeciendo llegando con el tiempo a dejarlo inutilizable), aparte tampoco se pueden comer/lamer al tener una base de silicona.
Sintetizando un poco, podemos decir que los lubricantes de base acuosa son los más idóneos para utilizar con tus juguetes eróticos, así como “jugar” con tu pareja (bien sea con juguetes o con tu boca), mientras que los lubricantes de silicona son los mejores para la sequedad vaginal, el sexo anal o para mantener relaciones sexuales en el agua.